martes, 7 de septiembre de 2010

Práctica 1

Creí que no podía haber mejor excusa para reencontrarme con mi viejo amigo. 
Sin dudarlo, me presenté en la estación donde, tras la larga y zigzagueante fila que se intuía desde las escaleras, esperaba el billete hacia nuestro reencuentro.
Lo que apuntaba a ser uno de esos interminables trayectos por la totalidad de la geografía rural española, se convertía en un ameno viaje de recuerdos vividos junto a tí.
Amanece el gran día; tras superar el primero de los retos (desprender a mi madre de su querida réflex), dejo que mis pies acelerados tomen el camino hacia donde te dejé por última vez.
Entre patines, bicicletas y paseantes, se colaba el olor hipnotizante del jardín botánico. Junto a grandes naranjos, magnolios y exuberantes olivos, encontré tu tímida figura que, previsora, me alcanzaba asiento con sus largos brazos.
Mucho tiempo había transcurrido,tenía muchas historias que contarte, la última de ellas por qué entonces debía fotografiarte.









1 comentario:

  1. te sigo! y te enlazo a la delgada linea rosa.
    te dejo otro post que va sobre árboles y moda!

    http://missatlaplaya.blogspot.com/2010/09/i-wish-loewe-handbags-grew-in-trees.html

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